A través de modernas medidas, el frenado amortiguado regulable dispone de un mecanismo de modo que la fuerza de reacción es siempre directamente proporcional a la aceleración de la puerta a partir de aproximadamente 70º del ángulo de apertura de la misma. De este modo el frenado es tan eficaz que apenas se percibe.
El frenado a la apertura atenúa el golpe de una puerta abierta bruscamente. Al abrir violentamente una puerta, ya sea intencionadamente, con gran fuerza, por descuido, o por una ráfaga de viento, el frenado a la apertura alcanza su plena eficacia, de tal modo que impide casi completamente que la pared o la puerta sean dañadas.